Indemnizan con 49.000 € por no diagnosticar una torsión testicular


Indemnización de 49.000 € por la pérdida de un testículo tras una negligencia médica en el diagnóstico de torsión
El Juzgado ha condenado a la Administración a indemnizar con 49.000 euros, más los intereses correspondientes, a un niño que perdió un testículo debido a la falta de diagnóstico y tratamiento adecuado de una torsión testicular. La sentencia establece que la negligencia médica fue la causa directa de la pérdida del testículo, ya que no se actuó con la celeridad y diligencia que el cuadro clínico requería.
Como explica la abogada Esther Jiménez Moragas, socia del despacho Castillo-Calvín Abogados y representante del niño afectado, "la historia clínica y los dictámenes periciales aportados tanto por la defensa como por el informe judicial confirman que, durante las distintas fases de la asistencia sanitaria prestada, no se controló adecuadamente el flujo sanguíneo al testículo". La abogada añadió que "la falta de riego sanguíneo derivó en isquemia y provocó una atrofia irreversible del testículo, una situación que podría haberse evitado si se hubiera actuado a tiempo para restaurar el flujo antes de que se produjeran daños permanentes".
El diagnóstico y la importancia del "escroto agudo"
La torsión testicular es una urgencia médica que afecta principalmente a recién nacidos, niños y adolescentes. Ocurre cuando el testículo rota sobre su propio eje, lo que provoca la torsión del cordón espermático. Esta torsión interrumpe el flujo sanguíneo al testículo, lo que puede causar una isquemia (falta de oxígeno) y, si no se trata de inmediato, puede derivar en necrosis (muerte del tejido testicular) y la pérdida irreversible del órgano. El cuadro clínico asociado con esta afección se denomina escroto agudo.
El "escroto agudo" es considerado una emergencia quirúrgica, ya que el pronóstico depende en gran medida del tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas hasta la intervención médica. La ventana de tiempo crítica para realizar una cirugía que pueda salvar el testículo es de aproximadamente 6 horas desde el inicio de los síntomas. Después de ese periodo, el riesgo de daño irreversible al testículo aumenta exponencialmente, debido a la falta prolongada de riego sanguíneo.
En este caso, según se expuso en el juicio, cuando el menor fue llevado a Urgencias, ya presentaba una sintomatología compatible con el síndrome escrotal agudo, como dolor intenso y súbito en la zona escrotal, hinchazón y enrojecimiento. Sin embargo, la atención médica no fue la adecuada, ya que no se realizaron las pruebas necesarias, como una ecografía Doppler, que permite evaluar el flujo sanguíneo en el testículo afectado. Esta prueba es clave para confirmar o descartar una torsión testicular de forma rápida y precisa.
Falta de diagnóstico y tratamiento oportuno
El tribunal consideró probado que la atención médica prestada al menor fue insuficiente y deficiente en varias fases del proceso. A pesar de los síntomas claros que indicaban la posibilidad de una torsión testicular, el equipo médico no actuó con la rapidez necesaria para evitar las secuelas. La abogada Jiménez Moragas subrayó que, si se hubiera actuado conforme a los protocolos médicos establecidos, el flujo sanguíneo al testículo podría haberse restaurado a tiempo para evitar el daño irreversible.
El fallo determinó que la falta de un diagnóstico precoz y la ausencia de un control adecuado del flujo sanguíneo fueron factores determinantes en la pérdida del órgano. La torsión testicular es una urgencia que debe ser abordada con la máxima rapidez, y la demora en este caso condicionó la evolución hacia una atrofia definitiva del testículo.
Consideraciones médicas y legales
El tribunal también recordó que, en casos de torsión testicular, la rapidez en la actuación médica es esencial para garantizar el éxito del tratamiento. Las guías clínicas y los protocolos médicos establecen que ante cualquier sospecha de torsión, los médicos deben proceder inmediatamente a realizar pruebas diagnósticas específicas, como la ecografía Doppler, y en caso de duda, intervenir quirúrgicamente para evitar la necrosis del testículo.
Este tipo de negligencias tienen consecuencias no solo físicas, sino también psicológicas y emocionales para los pacientes, que en muchos casos deben vivir con las secuelas de haber perdido un órgano que, además de ser esencial para la función reproductiva, afecta a la autoestima y al desarrollo emocional del afectado.
Responsabilidad médica y sentencia
En la sentencia, el Juzgado no solo reconoció la negligencia médica en el diagnóstico y tratamiento de la torsión testicular, sino que también impuso una indemnización de 49.000 euros para compensar el daño sufrido por el menor. Esta indemnización cubre tanto los daños físicos, derivados de la pérdida del testículo, como el impacto emocional y psicológico que esto ha tenido y seguirá teniendo en su vida futura.
La sentencia también incluyó los intereses legales acumulados desde el momento en que se presentó la demanda, reconociendo así el derecho del paciente a una compensación justa por el sufrimiento y las secuelas permanentes que ha sufrido debido a la actuación deficiente del equipo médico.
Reflexión final
Este caso subraya la importancia de una actuación médica diligente y rápida ante cualquier sospecha de torsión testicular, una condición que, aunque tratable, puede tener consecuencias devastadoras si no se interviene a tiempo. La responsabilidad de los equipos médicos no solo implica el diagnóstico correcto, sino también la toma de decisiones rápidas y eficaces para evitar daños irreparables.
Además, este tipo de situaciones ponen de manifiesto la importancia de contar con un asesoramiento legal especializado para garantizar que los derechos de los pacientes sean protegidos y que, en casos de negligencia médica, se otorgue una compensación adecuada por los daños sufridos.
El Juzgado considera que la pérdida del testículo del bebé se produjo por una negligencia médica, al no diagnosticar a tiempo la torsión testicular que presentaba. Por ello deberá ser indemnizado con 49.000 euros más intereses


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