118.502 € por la muerte de un paciente al que no informaron que tenía cáncer

retraso diagnóstico de cáncer negligencia médica
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El Servicio Andaluz de Salud ha sido condenado a indemnizar con 118.502 € a la viuda de un paciente que falleció tras un trágico error: nunca se le informó de que padecía cáncer. Este caso de negligencia médica es un claro ejemplo de cómo una falta de comunicación en el sistema sanitario puede tener consecuencias irreversibles, en este caso, la pérdida de una vida.

El caso: diagnóstico de cáncer que nunca fue comunicado

El paciente acudió al hospital para que le extirparan una verruga en la rodilla, una lesión aparentemente menor que se analizó tras ser retirada. Lo que él desconocía era que esa muestra reveló un diagnóstico de melanoma, un tipo de cáncer de piel altamente agresivo. Sin embargo, nadie le informó del resultado, y el informe quedó archivado sin llegar a las manos del médico encargado de su seguimiento.

Pasó un año y medio antes de que se detectara el cáncer en un estadio avanzado. Para entonces, el melanoma ya se había extendido a otros órganos, y el tratamiento ya no era una opción viable para salvarle la vida. El SAS ha reconocido su error y ha ofrecido una indemnización a la familia, aunque esta ha decidido recurrir la cantidad en los tribunales, considerando que no compensa adecuadamente el sufrimiento y la pérdida del ser querido.

Las consecuencias de una comunicación deficiente

Este caso pone de manifiesto cómo la falta de comunicación en el diagnóstico puede ser tan perjudicial como una intervención médica inadecuada o un error en el tratamiento. Cuando un diagnóstico se omite, el paciente pierde la oportunidad de recibir el tratamiento a tiempo, lo que, en casos de enfermedades graves como el cáncer, puede ser determinante entre la vida y la muerte. En el caso de este paciente, un diagnóstico temprano podría haber permitido un abordaje quirúrgico y oncológico que al menos le habría ofrecido la posibilidad de luchar contra la enfermedad.

El problema en este caso no fue la falta de detección del cáncer, sino la falta de comunicación del diagnóstico. Según la resolución del SAS, “nunca fue informado de que la muestra extraída sería analizada”, lo que apunta a un fallo de procedimiento y a una descoordinación entre los diferentes departamentos implicados en la atención médica del paciente, grave negligencia médica que ocasionó la muerte del enfermo.

El papel fundamental de la comunicación en el diagnóstico médico

La comunicación es una pieza clave en el proceso diagnóstico y en la atención médica en general. Desde el momento en que el paciente acude a una consulta hasta la entrega de resultados y la programación de un tratamiento, cada etapa debe gestionarse con precisión y cuidado. Cualquier fallo en este proceso, especialmente en enfermedades de alta gravedad, puede tener consecuencias catastróficas.

El portavoz del despacho Castillo-Calvín Abogados, especialistas en negligencias médicas, destacó el papel de un médico que, una vez que encontró la metástasis, decidió investigar más allá de sus responsabilidades iniciales. Revisando el historial del paciente, descubrió el informe original del melanoma, que había quedado archivado sin notificación. Este acto de profesionalidad permitió que el SAS reconociera su error y asumiera su responsabilidad en el fallecimiento del paciente. El caso, como subrayó el letrado, evidencia un fallo sistemático que exige revisiones urgentes en los procedimientos internos 

La responsabilidad del sistema sanitario en la comunicación de resultados

Este caso plantea una cuestión crítica sobre la responsabilidad del sistema sanitario en la comunicación de resultados médicos. Una institución de salud no solo debe realizar pruebas diagnósticas, sino también asegurarse de que los resultados lleguen efectivamente al paciente. Cuando esto no ocurre, como en el caso de este paciente, el sistema falla en su misión fundamental: preservar la vida y la salud de los ciudadanos.

El SAS, en su resolución, reconoce el “nexo causal entre el retraso en comunicar el diagnóstico y la muerte” del paciente, admitiendo que el error fue una negligencia que pudo haber sido fatalmente evitada. No obstante, la indemnización de 118.502 euros ofrecida a la familia será recurrida, ya que la defensa considera que no cumple con el “principio de reparación integral” y no compensa adecuadamente la pérdida y el dolor causados.

Medidas para evitar este tipo de negligencias médicas

La falta de comunicación de un diagnóstico crítico es una forma de negligencia médica que puede prevenirse con sistemas de información más eficientes y protocolos de seguimiento claros. Algunas medidas que podrían implementar los centros sanitarios para evitar que se repitan casos similares son:

  1. Protocolos de revisión de resultados: Los sistemas de salud deben establecer procedimientos claros para que los resultados de pruebas críticas se revisen y comuniquen al paciente de manera prioritaria.

  2. Seguimiento proactivo: En casos de enfermedades potencialmente graves, el sistema sanitario debe ser proactivo en su seguimiento y comunicación. Esto incluye establecer métodos para contactar con los pacientes cuando los resultados son críticos.

  3. Coordinación entre departamentos: La falta de comunicación entre especialidades es uno de los principales factores que contribuyen a los errores médicos. Un sistema coordinado y digitalizado podría permitir que los resultados se transmitan con mayor rapidez y seguridad.

  4. Formación en comunicación: Los profesionales de la salud deben recibir una formación adecuada en comunicación de diagnósticos, especialmente en casos de enfermedades graves, para evitar omisiones o errores en la comunicación con los pacientes.

  5. Digitalización del historial médico: La implementación de sistemas digitales que registren automáticamente los resultados y envíen alertas cuando los resultados no han sido notificados puede ayudar a evitar estos errores. La digitalización permite el seguimiento de todos los pasos, facilitando que el paciente reciba información crítica.

Conclusión: la importancia del diagnóstico y la comunicación oportuna en la sanidad

Este caso es un recordatorio de que la sanidad pública no solo debe centrarse en realizar pruebas diagnósticas, sino en asegurar que los resultados lleguen de forma rápida y precisa a los pacientes. Un diagnóstico temprano del cáncer y una comunicación oportuna son esenciales para permitir que el paciente reciba el tratamiento necesario, evitando complicaciones irreversibles.

Para los pacientes, este caso también subraya la importancia de ser proactivos y de solicitar información sobre sus resultados médicos. Conocer los derechos y exigir claridad en el diagnóstico son pasos esenciales para garantizar que reciban la atención que merecen.

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