56.660 € por torsión ovárica no diagnosticada

torsión ovárica - negligencia médica
torsión ovárica - negligencia médica

La resolución dictada en vía administrativa estima favorablemente la reclamación patrimonial interpuesta por la paciente contra la Administración sanitaria, reconociendo la existencia de un error médico debido a la falta de diagnóstico oportuno de la torsión ovárica.

La torsión ovárica es una emergencia ginecológica que puede comprometer la viabilidad del ovario si no se actúa con prontitud, y en este caso, la demora en el diagnóstico resultó en un desenlace desfavorable para la paciente.

Antecedentes del caso

En el presente caso, la paciente acudió al hospital público con síntomas típicos de esta grave condición. A pesar de ello, los ginecólogos demoraron seis días en diagnosticar la torsión ovárica, ya que no se realizó una ecografía abdominal y pélvica, una prueba sencilla que podría haber permitido un diagnóstico precoz.

Además del retraso en el diagnóstico, se produjo un caso de mala praxis quirúrgica. Una vez confirmada la torsión y descartada la presencia de tumor, teratoma o quiste, el abordaje operatorio adecuado debería haber sido la detorsión del ovario afectado. Sin embargo, se llevó a cabo una anexectomía, que implica la extirpación del ovario y la trompa de Falopio.

Reclamación patrimonial a la Administración Sanitaria

El informe pericial incorporado al procedimiento administrativo, iniciado tras la reclamación presentada por Castillo-Calvín Abogados en nombre de la paciente, concluye que «en la atención médica demandada en urgencias de centros hospitalarios, dotados de medios de diagnóstico por imagen, se debería haber realizado una ecografía abdominal y pélvica, lo que habría llevado al diagnóstico precoz de la torsión ovárica». Asimismo, señala que «de haberse actuado según el protocolo, el tratamiento de elección hubiera sido la detorsión, y probablemente se habría preservado la función ovárica».

El Servicio de Salud ha acogido los argumentos expuestos en la reclamación presentada por el despacho Castillo-Calvín, que ha defendido los intereses de la paciente, indemnizándola con 56.660 euros.

En dicha resolución, se reconoce que la actuación del personal médico no cumplió con los estándares de diligencia exigibles en casos de emergencia ginecológica, como lo es una torsión ovárica, una condición que requiere una rápida intervención para evitar daños irreversibles. A pesar de que la paciente presentaba síntomas consistentes con esta patología, el diagnóstico no fue realizado a tiempo, lo que provocó un agravamiento de la situación clínica y, en consecuencia, daños importantes para la salud de la afectada.

Este reconocimiento por parte de la Administración sanitaria implica la aceptación de responsabilidad por los perjuicios causados a la paciente, que debieron haberse evitado mediante una actuación más ágil y efectiva en el diagnóstico y tratamiento de su afección.

¿Qué es una torsión ovárica?

La torsión ovárica, aunque es una complicación ginecológica poco común, puede ocurrir en cualquier etapa de la vida reproductiva de una mujer, desde la adolescencia hasta la menopausia. Existen varios factores de riesgo que pueden predisponer a una mujer a esta afección, tales como:

  • Anomalías anatómicas: Malformaciones congénitas o condiciones que permiten un mayor movimiento del ovario.

  • Cisticidad: La presencia de quistes o tumores que aumentan el tamaño del ovario y pueden facilitar su rotación.

  • Estimulación hormonal: Procedimientos como la fertilización in vitro (FIV) pueden aumentar el riesgo debido a la hiperestimulación de los ovarios.

  • Trauma abdominal: Lesiones que pueden alterar la posición del ovario.

Síntomas

Los síntomas de la torsión ovárica suelen incluir:

  • Dolor abdominal intenso: Generalmente unilateral, que puede comenzar de forma súbita.

  • Náuseas y vómitos: Que pueden acompañar el dolor.

  • Alteraciones en la menstruación: En algunos casos, puede haber retraso menstrual o sangrado anormal.

  • Malestar general: Puede presentarse como fiebre o sensación de debilidad.

Diagnóstico

El diagnóstico temprano es crucial para preservar la función ovárica. Las pruebas que se suelen utilizar incluyen:

  • Ecografía: Es la herramienta de diagnóstico inicial más utilizada, que puede mostrar la falta de flujo sanguíneo al ovario.

  • Tomografía computarizada (TC): Puede ser útil en casos donde el diagnóstico es incierto.

  • Resonancia magnética (RM): En situaciones específicas, puede ayudar a evaluar el estado del ovario.

Tratamiento

El tratamiento inmediato es esencial para evitar complicaciones. Las opciones incluyen:

  • Detorsión quirúrgica: El objetivo principal es deshacer la torsión del ovario. En algunos casos, esto puede hacerse de forma laparoscópica.

  • Anexectomía: Si el ovario ha sufrido daño irreversible, puede ser necesario extirparlo. Sin embargo, se debe considerar la preservación del ovario siempre que sea posible.

Pronóstico

El pronóstico depende en gran medida del tiempo transcurrido desde la aparición de los síntomas hasta la intervención quirúrgica. Un diagnóstico y tratamiento oportunos pueden salvar el ovario y preservar la fertilidad de la paciente. En caso de necrosis, la paciente puede enfrentar complicaciones a largo plazo, incluida la posible infertilidad.

Conclusión

La torsión ovárica es una emergencia médica que requiere un alto índice de sospecha y una respuesta rápida. La educación sobre los síntomas y factores de riesgo puede ser crucial para el diagnóstico temprano y la intervención efectiva. La atención médica adecuada puede hacer una gran diferencia en el resultado para la paciente.

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