Los dos facultativos eran residentes en el Clínico y devolvieron a su casa a una paciente con un infarto de miocardio que la mató horas más tarde.
Dos médicos procesados por su presunta responsabilidad en la muerte de una paciente a la que devolvieron a su casa tras acudieron síntomas de infarto al hospital Clínico, cuando ellos eran residentes en Urgencias, aceptaron ayer ante la juez titular de lo Penal 5 de Granada ser autores de una falta de imprudencia con resultado de muerte.
El juicio contra los dos facultativos no llegó a desarrollarse debido a que las partes cambiaron sus calificaciones para llegar a un acuerdo. En un principio, la Fiscalía de Granada solicitaba para ambos colegas de profesión dos años de prisión y cuatro de suspensión de ejercicio de la profesión, al considerar que cometieron un delito de homicidio imprudente.
La acusación particular, ejercida por la familia de la fallecida, también señalaron el mismo delito de homicidio imprudente. No obstante, ayer, tanto la defensa de los médicos, ejercida por el abogado del Colegio de Médicos de Granada, como la de la familia, representada por el letrado granadino José Miguel Castillo-Calvín, llegaron al citado acuerdo de señalar lo ocurrido como una falta -infracción de menor gravedad que el delito- de imprudencia. Así, una eventual condena de prisión queda anulada y será -en su caso- penado con una multa. Aunque el hecho de que hayan asumido que incurrieron en una imprudencia es ya un reconocimiento moral para la familia, que emprendió las acciones judiciales tras la muerte.
Tras quedar el juicio visto para sentencia, le jueza encargada del caso tendrá que señalar en su fallo la cuantía de la citada multa, así como -en su caso- la indemnización a pagar a los familiares de la víctima.
Los hechos
Los hechos sucedieron cuando los dos médicos dieron el alta a una paciente de 71 años que presentaba síntomas de infarto tras recetarle Nolotil y diuréticos. Siete horas más tarde, murió.
Uno de los acusados diagnosticó «dolor torácico inespecífico» y descartó la verdadera causa de la dolencia, el infarto, tras lo que le dio el alta.
Tras el fallecimiento de la mujer de 71 años, sus hijos pidieron al juzgado de guardia que investigara el caso para depurar posibles responsabilidades penales.
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