La aseguradora del Colegio de Médicos de Granada acepta indemnizar, al quedar acreditado que el error diagnóstico provocó la extensión del tumor, poniendo en peligro la vida de la paciente.
El acuerdo alcanzado, viene a estimar la reclamación interpuesta por el letrado Castillo-Calvín, en nombre de la afectada, y reconoce una indemnización de 30.000 euros.
A la paciente se le practicó en el año 2003 una mamografía en una Clínica privada de Granada, que indicaba la existencia de un tumor localizado en el cuadrante superior interno de la mama. Sin embargo y a fin de realizar una biopsia del tumor, se le extirpó por error el cuadrante superior externo, con lo que el resultado analítico de la pieza extraída no permitió detectar el cáncer.
Este fallo en la localización del tumor, se acompañó de la injustificable ausencia de otras pruebas complementarias, y ello a pesar de que la mamografía y la exploración clínica sí hacían sospechar su existencia.
La paciente, con el transcurso de los meses pudo advertir, al palparse el pecho, que el tumor crecía, a pesar de lo cual, la ginecóloga que la atendió le refirió que dicha circunstancia no tenía importancia. Ante la lógica desconfianza de la paciente, ésta acudió a la consulta de un nuevo especialista, quien tras practicarle las oportunas pruebas diagnósticas, verificó la existencia del cáncer.
A partir de ese momento, tuvo que pasar un auténtico “calvario” de intervenciones quirúrgicas, y a un costoso y agresivo tratamiento de radioterapia, quimioterapia y vaciamiento de la axila, lo que ha ocasionado que pierda completamente la mama, y haya desarrollado un importante perjuicio psicológico.
Pero lo que es más grave, tal y como señala la prueba pericial aportada a la reclamación, el que no se detectara el tumor en su momento, equivocando la ginecóloga la zona que debía ser extirpada, fue la causa de que a la paciente no se le instaurara ningún tratamiento para el cáncer que padecía, lo que ha motivado que se incremente considerablemente en el futuro el riesgo de padecer recidivas del cáncer.
El letrado granadino Castillo-Calvín, abogado de la paciente, valora que “de todo lo expuesto, se desprende claramente que la ginecóloga de la Clínica granadina no se ajustó a los protocolos existentes para el tratamiento de la patología que presentaba la paciente, y que este evidente error diagnóstico es la causa del resultado final. Y todo ello, a pesar de las continuas indicaciones y quejas de la enferma que no fueron tomadas en ningún momento en consideración.”
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